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Villa De Arico

Nombre: Villa de Arico
Patrimonio:  Patrimonio cultural inmueble
Categoria: Conjunto Histórico
Dirección: Tlf:
Fax:
Arico o Lomo de Arico , Arico

DESCRIPCIÓN

La Villa de Arico, también conocida como El Lomo, y quizás haga referencia asimismo a la Villa de Arico como el lugar de Arriba.

Su principal edificio es la Iglesia y parroquia de San Juan Bautista, de principios del siglo XVII, al menos la primera construcción (ermita), para otros es del siglo XVIII, habiendo trabajado en ella Juan de Armas. Está situada en la Plaza de Los Condes de Santa María de Abona. Se trata de una Iglesia de Cruz Latina (una nave). A la antigua capilla mayor se le añadió su única bóveda central, quizás con arreglo a planos de Nicolás Eduardo, según Darias Padrón, dadas las similitudes con la Catedral de Las Palmas, en la labra del arco toral, nervaduras del techo y óculos del ventanal del baptisterio. El frontón de la puerta principal, partido y de graciosas curvas, está labrado en oscuro piedra de asperó. Posee plintos y columnas adosadas con capiteles jónicos, rematado en cornisa de piedra con pináculos. La Torre lleva una cúpula rematada por lóbulos que sugieren recuerdos bizantinos (y que parece similar a la basa de una cruz que está situada enfrente de la portada principal de la iglesia). En una torre piramidal de dos cuerpos (reloj en el 2º) y remate octogonal, con ventanas saetera (primer cuerpo) y rebajados. El profesor Trujillo dice que la capilla mayor es de 1741-1799, y en el artesonado trabajó el maestro carpintero, de Candelaria, Juan Perera, que quizá, según Trujillo, intervino también en su retablo. El Retablo mayor, de la misma fecha, es exótico, respecto a fórmulas peninsulares. La fórmula de cierre en el cornisamento, sin ático, es de referencia portuguesa. Los pequeños pabellones de los nichos laterales y la amplitud de la calle y hornacina central recuerdan a la escuela andaluza. Por su parte, el gran desarrollo de las bulbosidades del abalaustramiento de los enormes pilares es uno de los ejemplos más claros coincidentes con fórmulas centroamericanas. Entre sus tesoros artísticos destaca la "Virgen de Abona" con el niño, portando azucenas, símbolo de pureza. Su vestimenta es de gran sobriedad en los pliegues, con las tallas genuinamente españolas. Se trata de una talla gótica. Está también su "Cáliz de fondo sobredorado", con exornos renacentistas de plata, en relieve, casi todos profanos (caretas, hojas de acanto ...) Trujillo lo sitúa en la primera mitad del siglo XVIII, de estilo barroco con matices italianos. Por último está también el "Cristo de Costa Firme", talla policromada, de fines del siglo XVII, procedente de América. Adosada a la Iglesia, en su costado derecho, está la casa parroquial, añadida probablemente a fines del siglo XIX o principios del siglo XX.

La tipología común a las casas más antiguas constituye un capítulo singular, altamente interesante en la Arquitectura Popular Canaria; generalmente son de sorprendente austeridad, programadas en función de la actividad agraria y ganadera. Se organizan en torno a un patio rectangular, que suele tener un atractivo aire de intimidad por la numerosa vegetación que le sirve de adorno, y a veces con poyos de mampostería, como asientos. Sin embargo, este patio quedaba abierto a la calle, con apariencia de callejón sin salida, sin puerta ni valla que interrumpiera su acceso, lo cual es todo un símbolo del carácter de sus habitantes. En un lado del patio están las cocinas y bodegas; enfrente, los dormitorios, si se trata de casas de dos plantas; sobre éstos va un granero, cubierto de teja, como las demás dependencias, y a él se llega mediante una escalera exterior, de madera, que termina en una balconada, donde se halla la puerta.

La Calle Benítez de Lugo, que parte desde la misma plaza e Iglesia de la Villa y llega hasta el chorro de agua pública, erigido según una inscripción en el año 1964. Aunque es difícil de identificar cada inmueble, ya que no poseen numeración, a rasgos generales podemos decir que sobresalen las casas terreras y de dos pisos como máximo, las portadas adinteladas en piedra del lugar, cornisas y molduras de piedra rematando las construcciones de azotea, algunos balcones simples de madera, cerrados y con antepecho, con vistas a la costa, con escaleras de acceso también de madera y cubiertas por la prolongación del tejado, en este caso de teja árabe; existen también las edificaciones de piedra seca, y los patios empedrados a la entrada. Podemos identificar la "Cámara Agraria", con galería y escalera de madera, mirador con antepecho cerrado, y ventanas de dos hojas. Una casa con fecha de 1851, grabada en la clave, con cuerpo bajo de mampostería, piedra en puerta y ventana, cubierta de azotea y balcón de madera, de alguna manera prototipo de las demás. Hay otras edificaciones de forma acastillada, con dos cuerpos laterales salientes. Y por último una edificación ecléctica, con decoración de azulejos.

La Calle del Calvario, no tan compacta ésta como la reseñada con anterioridad, posee viviendas terreras, con tejados a dos aguas, y de dos plantas con azotea, también aparecen las molduras de cantería, algún mirador de recuerdos árabes, balcón de madera con antepecho, muy sencillos, arcos y chimeneas. El calvario es una pequeña Ermita con cubierta a dos aguas y teja francesa, arco de cantería en la puerta de acceso y piso de mosaico. Partiendo de la plaza de la Iglesia, frente al Ayuntamiento, y enlazando con la calle Benítez de Lugo desde el chorro del agua, se encuentra un antiguo camino empedrado que se desarrolla acorde con la orografía, con una fuerte pendiente. Continúan las casas terreras y de dos cuerpos con cubiertas a dos aguas con teja árabe y azotea, portadas y molduras de cantería, y algún pequeño balcón con vistas a la costa, y un curioso edificio con azotea que recoge las aguas de lluvia y las conduce a un patio central en donde está el aljibe.

DATOS HISTÓRICO-ARTÍSTICOS

Arico, perteneciente al menceyato de Abona, y conocido por los guanches, al igual que el resto de la zona, como Chasna, debió fundarse como tal municipio, tras la conquista, entre 1590 y 1610, entre otros por el capitán Juan González Gómez. En 1639 se erige el curato de San Juan Bautista, en el Lomo o Villa de Arico, separándose así del beneficiado de San Pedro de Chasna en Vilaflor, como hijuela. Sus límites en este momento eran: El barranco del Río, con Granadilla al Sur y la cumbre y el mar al W y al E. Desde hace mucho tiempo fue el centro administrativo -salvo unos años en que radicó el Ayuntamiento en Arico el Nuevo- y religioso, hasta que se desglosaron de la parroquia de San Juan Bautista las de Fasnia, Arico el Nuevo y El Río. El origen de este pueblo es un caserío aglutinado que data de las últimas décadas del siglo XVI y primeras del siglo XVII, en coincidencia con la fundación de la primitiva ermita del indicado título. Para la elección de aquel lugar, en zona de medianías, debió jugar un papel importante la presencia de fuentes, clima y proximidad de tierras de cultivo, lo mismo que el camino de comunicación de La Cumbre con las tierras costeras, posibilitando esto último el contacto más directo con Vilaflor y La Orotava, para la gestión de diversos asuntos.

El núcleo tuvo por centro la iglesia y su plaza, junto al referido camino. En sus proximidades se levantaron las principales casas, generalmente de dos plantas y otras terreras, a lo largo de las calles que fueron apareciendo con el tiempo. En el año 1821, según el padrón parroquial, se hacía referencia a la calle del Calvario, subiendo desde la Iglesia, de la Somadita, El Callejón de la Cruz del Carmen y de la Estopa. Olive, en 1861, cita el callejoncito de El Convento, la calle de Los Chorros y la de El Paso. La evolución arquitectónica del caserío se produjo a partir de un conjunto de chozas, que junto a cuevas naturales o excavadas, en régimen disperso, era el hábitat heredado de las antiguas costumbres aborígenes. Las primeras casas cubiertas de teja aparecen datadas a comienzos del siglo XVII, como la de Juan González de Mexía, según declara en su testamento; a partir de entonces se generalizó esta forma constructiva.

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