Vilaflor
Tras la conquista de Tenerife (1.496), es conocida la presencia de conquistadores en estos parajes desde 1.501, cuando el Adelantado Alonso Fernández de Lugo otorga tierras a varios de ellos en el Lugar de Chasna, entre los reinos de Abona y Adeje.
Será en 1.602 cuando tras varios cambios de titularidad, el capitán Pedro Soler, convierte el heredamiento en un mayorazgo, el Mayorazgo de los Soler. De vital importancia se convierte el Camino Real de Chasna, que partiendo de la Orotava, cruzaba las Cañadas y llegaba a Vilaflor, lo que constituye al pueblo como un punto de paso casi obligado. Dice la tradición que el nombre le viene de la exclamación de un castellano, Pedro de Bracamonte, ante la aparición de una bella guancha: "Vilaflor de Chasna". Ya desde 1.550 existía aquí una ermita dedicada a San Pedro. Pero fueron Pedro Soler y su mujer Juana Padilla quienes fundaron un templo bajo la jurisdicción de este templo a todos los lugares de la comarca. En Vilaflor nació el hermano Pedro de Bethencourt, fundador de la Orden de los Bethlemitas, canonizado recientemente por el Papa Juan Pablo II.